Abad
Abades
Abbad
El noble linaje de los Abad o Abades, que todo es uno, procede del Señorío
de Vizcaya. La casa troncal radicó en el valle de Gordejuela, de las
Encartaciones de Vizcaya.
Descendientes de esta casa fueron los Castro-Abad, como así también
los fundadores de los solares secundarios de Treviño, en la anteiglesia
de Marín, llamada Santa María, que está en el valle real
de Léniz (Guipúzcoa); en las anteiglesias de Dima y Ceánuri
(Vizcaya); en la villa de Guevara (Alava), y en el lugar de Huermeces (Burgos).
A su vez, salieron de estos solares los fundadores de varias ramas del apellido
Abad, que se extendieron por diversas regiones de España y América.
Uno de los primitivos varones del linaje Abad, procedente de la casa troncal
del valle de Gordejuela, en Vizcaya, fue Martín Fernández Abad,
llamado de Calagurra. Este vino a Castilla la Nueva con motivo de la conquista
de Aurelia, cuyos términos confinaban en aquellos tiempos con los complutenses
por Perales, Tielmes y Carabaña, y con los oretanos por entre Ocaña
y Villarrubia, donde fundó casa y rama. Fueron sus herederos sus nietos
Sancho Abad, que radicó en Ocaña, y Martín Fernández
Abad, segundo del nombre, señor de Castellanos, hoy Vega del Colmenar,
que puso en riesgo las tierras de Aranjuez.
Este señor de Castellanos tuvo por hijos a Fernando, que fue Comendador
mayor, y a Rodrigo, padre de Gonzalo, Estefanía y Sancha.
Un primo suyo, llamado también Martín Abad, tercero del nombre,
fue rico-hombre y primer Chanciller en Castilla. Este Chanciller tuvo dos hijos,
Fernán y Juan Abad. También fue rico-hombre de Castilla en 1167
un hermano de ese Chanciller, y sobrinos Fernando Martínez de Fita, Alcaide
de Toledo, y García Martínez de Cerezo, Mayordomo de la Reina
Doña Leonor.
Gonzalo Abad, hijo de Rodrigo, y nieto, por lo tanto, de Martín Fernández
Abad, señor de Castellanos, marchó a Asturias y fundó la
rama de esta región.
En la villa de Grandas radicaron durante varios siglos individuos de este linaje,
según consta en sus padrones.
Descendientes de los Abad de Asturias pasaron más tarde al Burgo, llamándose
González Abad.
Jerónimo de Villa dice en sus "Linajes ilustres" que estos
González Abad de Asturias pasaron también al Bierzo (León).
El señor de Castellanos, Martín Fernández Abad, se trasladó
a Aragón por los años de 1167 para militar bajo las órdenes
del gran Monarca Don Alfonso II, el Casto, recibiendo en premio varias tierras
en el valle de Tena, en las montañas de Jaca, donde fundó su casal
(lugar de Barca Pollera), distinguiéndose él y sus sucesores por
sus dotes militares.
En los años de 1570 un descendiente de la anterior rama, Martín
Abad, vino desde el casal del valle de Tena a Loporzano para casarse con María
Allué, que era sobrina de mosén Luis de Allué, Vicario
de Loporzano. Estos consortes levantaron casal propio y probaron su infanzonía
para ser tenidos como infanzones frente al Abad del Real Monasterio de Montearagón,
que era el señor temporal de dicho pueblo de Loporzano, con lo cual fueron
tenidos como tales tanto ellos como sus hijos, Martín, Pedro y Bernardo.
El primero, Martín, a la muerte de sus padres continuó al frente
del casal y posesiones que tenían en Loporzano; contrajo matrimonio con
Juana de Franco, hija de los infanzones llamados Franco, de dicho pueblo. De
este matrimonio nació otro Martín, que fue Familiar del Santo
Oficio de la Inquisición. Casó con Juana de Casbas, con quien
tuvo hijos. El primogénito, Martín Juan, que residió en
Loporzano toda su vida al frente de su hacienda, fue esposo de María
Seral, hija de infanzones también. Tuvieron por hijos a Juan Martín,
al Licenciado Pedro Abad y a Josef Abad. El mayor de ellos, Juan Martín,
continuó al frente de la casa disfrutando de los privilegios y exenciones
que los demás infanzones, y contrajo matrimonio con Ana María
de Ciria. Fueron padres de Martín y de Lorenzo. Martín continuó
con las posesiones y privilegios de sus padres, y de igual manera sus hijos
y descendientes, pero la casa comenzó a decrecer en bienes e influencia,
y el casal, que aún se conserva con el escudo en la puerta, pasó
a otros poseedores.
Lorenzo Abad y Ciria, hermano del anterior, fue, siendo mozo, a combolar al
pueblo de Alagón y allí estableció un nuevo casal, poniendo
en la fachada las armas de los Abad de Loporzano, pero con una variante que
luego explicaremos.
Este fue el tronco de aquella familia que ya no conserva su residencia en Alagón,
pero aún existe el casal y el escudo en la fachada.
Los Abad de Ayerbe (Huesca), traen su origen de los de Loporzano del siguiente
modo: Pedro Abad y Allué, hermano del mencionado Martín, siendo
mozo trasladó su residencia desde Loporzano a Ayerbe, donde contrajo
matrimonio con Orosia Nadal, de cuyo consorcio nacieron Pedro y Salvador. Pedro
heredó el casal de sus padres y casó con Catalina Marzal. Fueron
padres de Juan, que continuó en Ayerbe, sucediendo en los bienes y prerrogativas,
como infanzón, a sus padres. Se unió en matrimonio con María
Garcés, naciendo de esta unión cuatro hijos: Juan Martín,
Tomás, Juan y Domingo. El primogénito continuó en Ayerbe
y los otros tres salieron a combolar a los pueblos inmediatos, por los que se
extendió este apellido. Salvador Abad y Nadal, hermano del mencionado
Pedro, casó también en Ayerbe con Juana Lués, y fueron
padres de Juan, que contrajo también matrimonio en la mencionada villa,
con casal propio, que fue transfiriéndose a sus hijos y descendientes
hasta la fecha, lo cual hace que existan dos ramas de los Abad en Ayerbe, que,
aunque en la actualidad han perdido el parentesco, proceden, sin embargo, del
mismo tronco.
Hay también una línea de linaje Abad, cuyos individuos se apellidan
Abbad, como los de Estadilla, en Aragón; pero estos a que ahora nos referimos
son de Vizcaya, con casa solariega en la anteiglesia de Ceánuri, y sus
armas son muy distintas de todas las demás.
De la casa fundada en los años de 1167 en el valle de Tena de las montañas
de Jaca, por Martín Fernández Abad, Señor de Castellanos,
procedió Pedro Abad, a quien el abad y los monjes del Monasterio de Ripoll
enviaron a expensas suyas, capitaneando un tercio de tropas, a la conquista
de Valencia. Fue también de los que ganaron Alcoy en 1255, donde quedó
heredado, extendiéndose su descendencia por las villas de Muro, Xàtiva,
Elda y Novelda.
Del casal del valle de Tena procedió también Palmerio Abad, que
en tiempos del Rey Don Pedro de Aragón fundó las casas de las
dos Sicilias. Un descendiente suyo, llamado Pedro Abad, murió en Nápoles,
habiendo desempeñado distinguidos empleos del real servicio.
En la provincia de Cantabria hubo también desde muy antiguo líneas
del linaje Abad en Cueto, Viaña (valle de Cabuérniga) y Santoña,
así como en La Rioja.
De ella procedió el Padre Fray Matías Abad, religioso franciscano,
que fue ejecutado por los indios del Choco hacia el año de 1650, cerca
del río de San Francisco de Atrato en el distrito de la ciudad de Antioquía.
Había sido minero de plata en el asiento de las minas de Santa Ana de
la comarca de la ciudad de Mariquita, y desengañado de las vanidades
del mundo se hizo fraile en 1631.
El Padre Matías Abad, que había nacido en la villa de Cueto,
provincia de Cantabria, era hijo legítimo de Toribio Abad y de Catalina
de la Higuera. Sus restos yacen en la capilla mayor del Convento de San Francisco
de la ciudad de Cartagena.
Descendiente de los Abad del primitivo solar de las montañas de Burgos,
en el lugar de Huermeces, fue Melchora Abad, que casó con Francisco
Pérez, ambos naturales de Ezcaray y su aldea de Turiza.
Tuvieron varios hijos. El primogénito, Andrés Pérez Abad,
ganó para él y para sus hermanos Real ejecutoria en la Real Chancillería
de Valladolid el 23 de Febrero de 1808, refrendada por Manuel Estrada y mandada
escribir por Pedro de Zarandona y Balboa, Secretario de Cámara de S.
M., por mandado y acuerdo del señor Juez Mayor de Vizcaya, obedecida
y cumplimentada en la villa de Ezcaray, a 25 de Abril del mismo año,
y publicada en 1 de Mayo siguiente, hallándose congregados el Ayuntamiento
y vecinos según costumbre, y quedando copia por testimonio en el archivo
el día 2, según certificó el Escribano Basilio de Mata.
Andrés Pérez Abad casó con Sinforosa Urizarúa,
y de este matrimonio nació Julián Aquilino Pérez Urizarúa,
Caballero gran Cruz de Isabel la Católica y de Carlos III y Diputado
del Cuerpo de Hijosdalgo de Madrid.
En varios nobiliarios, al hablar de este apellido, se dice que los Abad de
Aragón y Valencia, por la desgraciada muerte de un pariente comenzaron
a vestir de negro y empezaron a llamarse Abades, dejando durante algún
tiempo de usar el apellido que antes traían. De ahí el que los
apellidos Abad y Abades sea uno mismo.
Dionisio Francisco de Abbad y Monseo, nacido en Estadilla (Huesca) el 17 de
Octubre de 1785, fue Regidor Decano de Estadilla en 1817, y Maestrante de la
Real de Granada, en 1817, y probó su nobleza para ingresar en la Orden
de Malta, en 1793. Era hijo de Dionisio de Abbad y Lasierra y de Teresa Monseo
y de Codera; nieto paterno de Francisco de Abbad y Navarro, y de Teresa Lasierra
y Marco, y biznieto paterno de Dionisio Abbad Altemir y de María Teresa
Navarro.
José Abad y Casades Serra y Goncer, Barón de Abella, bautizado
en Cardona (Barcelona) el 4 de Septiembre de 1796, Barón de Abella y
Comandante de la Milicia Nacional de Cardona, ingresó en la Orden de
Carlos III en 1838.
Probaron su nobleza ante la Sala de Hijosdalgo de la Real Chancillería
de Valladolid: Angel y Antonio Abad Boo Toca y Rumayor, naturales y originarios
de Santa María de Cueto (Cantabria), el primero ausente en los Reinos
de Indias y el segundo residente en Cádiz, en 3 de Noviembre de 1772
y en 30 de Abril de 1763, respectivamente; Agustín Abad Boo Toca y Rumayor,
hermano de los anteriores, natural de Cueto, por sí y como padre de Pedro
Abad y Alonso, y de Matías y Josefa Abad y San Juan, vecinos de Cueto,
en 3 de Noviembre de 1772; Pedro Abad Boo Toca y Rumayor, hermano de los anteriores,
por sí y como padre de José, Manuel y Paula Abad y Rumayor, vecinos
de Cueto, en 3 de Noviembre de 1772; Felipe Diego Abad Abad Toca y Toca, natural
y originario del Monte, vecino y actual Procurador del Común de Cueto,
en 22 de Noviembre de 1776; Pedro Abad Boo y Volado, y sus hijos Juan, Antonio,
Francisca y Manuela Abad, originarios de Cueto, en 3 de Noviembre de 1772; Santos
Abad Mujiedes Boo y Rumayor, natural y originario de Cueto, en 3 de Noviembre
de 1772; José Abad García y Maliaño, natural y originario
de Cueto, por sí y como padre de Francisco (ausente en Indias), Antonio
(vecino de Santander), Francisco, Manuel (ausente en Indias), y José
de Abad (vecino de Suances, en Cantabria), en 26 de Mayo de 1772; Francisco
Abad Camus Vélez y Rumayor, natural y originario de Cueto, en 10 de Mayo
de 1790; Juan Francisco Abad, vecino de Loma Somera (Valderredible, Cantabria),
en 1716; José Abad, vecino de Gajano, en Cudeyo (Cantabria), en 1778;
Antonio Abad, vecino de San Cebrián de la Abadía (Cantabria),
en 1763; Juan Antonio Abad, vecino de La Cuadrilla de Bárcena de Ebro
(Cantabria), en 1716; Bartolomé, Domingo, Francisco y Mendo Abad, vecinos
de Ibias (Asturias), en 1578 y 1587; Francisco y Juan Abad, vecinos de Setorio
(Villaviciosa), en 1750; Francisco Abad Tumiello y Quintas, natural de Moraza
(Burgos) y vecino de Celorio (Asturias), en 29 de Julio de 1771; Juan Abad Alvarez
Quintas, natural de Moraza y vecino de Argüeso (Cantabria), en el siglo
XVIII; Lorenzo, Manuel, Silvestre y Vítores Abad Aparicio Orduña
y Sáez, naturales de Valgañón (La Rioja) y originarios
de Fresneda de la Siena Tirón (Burgos), vecinos de Madrid, en 17 de Enero
de 1794; Juan Francisco Antonio Abad, vecino de San Julián de Mos (Lugo),
originario de San Pedro de Taboy (Lugo), en 27 de Junio de 1761, y Juan Abad
de Vilar, vecino de Calendario de Portocelo, en el Obispado de Mondoñedo
(Lugo), en 1496.
Ante la Real Chancillería de Granada probaron su nobleza: Sancho Abad
Catalán, vecino de Villahermosa (Ciudad Real), y Cañamares, originario
de Jaca (Aragón), en 1659; Domingo Abad Montero, natural del Puerto de
Santa María (Cádiz) y originario de San Andrés de Espinareda
(León), en 1719; Domingo Abad Mercadillo, vecino de Puerto de Santa María
(Cádiz), en 1733, y Martín Abad y Patiño, vecino de Villanueva
de los Infantes (Ciudad Real), en 1670.
Ganaron proceso de Infanzonía en la Real Audiencia de Aragón:
Juan Lorenzo Abad, natural de Loporzano (Huesca), en 1677; Juan Abad, vecino
de Ayerbe (Huesca), en 1677; Francisco de Abad, natural de Estadilla, en 1718;
José Abad, natural de Zaragoza, en 1738; Juan Domingo Abad, natural de
Ayerbe (Huesca), en 1804; Manuel Abad, natural de Alagón (Zaragoza),
en 1798; Leonardo Abad de Bernabe, natural de Villanueva de Jiloca (Zaragoza),
en 1757, y Manuel Abad y Falces, natural de Estadilla, en 1788.
Bernardo y Manuel Abad, vecinos de Sevilla y originarios de Gijón, probaron
su nobleza en la Real Audiencia de Oviedo, en 1831.
Pedro Abad de Mendoza, natural de Mendoza, capellán, ingresó
en la Orden de San Juan de Jerusalén, en 1584.
Probaron su nobleza para ingresar como religiosos en la Orden de Santiago:
Francisco Abad Alonso Herranz y González, natural de Loeches (Madrid),
en 1642; Francisco Abad, natural de Villarrubia, en 1657, y José Abad
de Sandoval Villegas y de Eguiliz, natural de Beas (Huelva), en 1702.
Para ejercer cargos del Santo Oficio de la Inquisición probaron su nobleza:
Angel Abad, Ministro, natural de Madrid, en la Corte, en 1815; Cristina Abad
Pérez, natural de Vinalesa (Valencia), en Valencia, en 1633; Domingo
Abad Joven, Presbítero, natural de Cubel (Zaragoza), en Zaragoza, en
1621; Fray Iñigo Abad y Lasierra, natural de Estadilla (Huesca), para
Calificador, en la Corte, en 1782; Juan Abad, natural de Collado, para Oficial,
en Llerena, en 1649; Juan Abad Sarabia, Oficial, natural de Burgo de Osma (Soria),
Ex-Mayordomo de la iglesia de Burgo de Osma, Contador de los Obispos de Córdoba
Cristóbal de Lobera y Fray Domingo Pimentel, en Córdoba, y su
mujer María Espinosa Aguado, natural de Córdoba, en 1636; Ana
Abad, vecina de Almagro (Ciudad Real), esposa de Pascual Ruiz de la Franca,
en 1563; Pedro Abad Patón, Oficial, natural de Villanueva de los Infantes
(Ciudad Real), en Murcia, y su mujer Inés Mejía, natural de Villanueva,
en 1635; Tomasa Abad, esposa de Sebastián Pretel, para Familiar, en Cartagena
de Indias, en 1630; Antonio Abad Pont Ferranet y Pont, para Familiar, en Valencia,
en 1731, y su mujer Jacinta Esteve y Albelda, naturales de San Felipe y vecinos
de Cárcer (Valencia); Bautista Abad Vidal Margues y Mico, natural de
Palomar y vecino de Muro, para Familiar, en Valencia, en 1738, y su mujer Jesualda
Reig y Alonso, natural
de Muro; Francisco Abad, para Familiar, en Valencia, en 1738, y su mujer Antonia
Latorre y Cucarolla, natural y vecina de Muro, y Juan Antonio Cristóbal
Abades, natural de Miraflores, para Ministro, en Toledo, en 1787.
Hicieron expediente de genealogía para ingresar en la Real Compañía
de Guardias Marinas: Antonio Abad y Esquil, natural de Cádiz, en 1729;
Ramón Abad y Alfaro, natural de Estadilla (Huesca), en 1779; Vicente
Abad y Fortón, natural de Estadilla, en 1783, y Antonio de Abad y Alfaro,
natural de Estadilla, en 1783.
Armas
1.- Los Abad de los solares de Vizcaya, Cantabria, Castilla,
Asturias y Aragón, según el Cronista Juan José Vilar y
Psayla, traen: En campo de gules, un castillo de oro, abjurado de azur. Bordura
de oro y en ella, con letras de azur, este lema: "Castro-Abad".
Este lema lo pusieron algunos en letras de oro, sobre un volante de gules, por
timbre.
Por cimera, un león naciente, de gules, linguado de lo mismo, que lleva
sobre su cabeza un castillo de oro, aclarado de azur y tiene en la mano diestra
una espada, alzada, con la hoja de plata y el puño de oro. Al timbre,
coronal ducal.
De esta casa son las Baronías de Abella y Torrearías, hoy vinculadas
en Cataluña.
2.- Según Juan Alfonso de Guerra traen: En campo de
gules, un castillo de oro, abjurado de gules. Bordura de oro y en ella, con
letras de azur, este lema: "Castro-Abad".
3.- Don Carlos V concedió para que acrecentasen sus
armas con las armas reales, es decir: En campo de oro, un águila de sable.
4.- Los Abad de la villa de Grandas, en Asturias, traen armas
distintas de los otros Abad de la misma región, pues su escudo es el
siguiente: En azur, un castillo de oro, al pie de éste, dos lobos de
oro afrontados, y encima de las torrecillas del castillo dos cuervos de sable.
5.- El Rey de Armas José Alfonso de Guerra y Villegas
certificó a Alonso Abad, vecino y originario de Grandas, en 1697, el
siguiente escudo: En campo de gules, un castillo formal de oro, aclarado de
azur. Bordura de gules, con ocho aspas de oro.
Otros señalan que el castillo es mamposteado de sable y aclarado de azur.
6.- Los Abad del solar de Jaca y lugar de Barca Pollera, según
el Cronista Juan José Vilar y Psayla, traen: En campo de azur, tres estrellas
de ocho puntas de oro, mal ordenadas y surmontadas de un creciente ranversado,
de oro.
7.- Los Abad de Loporzano, y su rama en Ayerbe (Huesca) modificaron
estas armas de la rama aragonesa, dejando en el centro del escudo una sola estrella,
de plata, surmontada del creciente ranversado de oro.
8.- Y una nueva modificación hicieron aún en
ellas los Abad de Alagón, y fue la de suprimir el creciente que surmontaba
la estrella.
9.- Los de la rama de Valencia y Puig, según Juan José
Vilar Psayla, traen: En campo de azur, un perro (lebrel) rampante al natural,
según las concedió Don Jaime I.
10.- Los de Alcoi, Muro, Xàtiva, Elda, Novelda, Valencia,
y los de Andalucía y América, según los Cronistas Juan
José Vilar y Psayla, Jorge de Montemayor y Juan Francisco de Hita, traen:
En campo de azur, un león rampante de oro, y en el jefe, tres crecientes
ranversados de plata, el del centro mayor que los otros dos.
Los de Murcia, Extremadura, Andalucía y América usan las mismas
armas que los anteriores, porque de ellos proceden.
11.- Los de la rama de Sicilia, según el anterior Cronista
Juan José Vilar y Psayla, y los de Aragón según el Cronista
Juan Francisco de Hita, traen: En campo de azur, una garra de león de
oro, moviente del flanco siniestro, acompañada de tres estrellas de oro
de ocho puntas, colocadas una y dos.
12.- Los de Nápoles según Miguel de Salazar
usan las estrellas puestas dos y una.
13.- Los que se apellidaban Abbad (como los de Estadilla,
en Aragón), pero que son de Vizcaya, con casa solariega en la anteiglesia
de Ceánuri, según Miguel de Salazar, traen: En campo de sinople,
una torre de plata, y a la puerta de ésta, dos lebreles pardos con manchas
de plata, atados con cadena de oro.
14.- Otros Abbad (como los de Estadilla, en Aragón),
pero que son de Vizcaya, con casa solariega en la anteiglesia de Ceánuri,
según Miguel de Salazar, traen: En campo de sinople, una torre de plata,
y a la puerta de ésta, dos lebreles pardos con manchas blancas, atados
con cadena de oro.
15.- Los que proceden de Aragón, Asturias y Vizcaya,
según Francisco Piferrer, traen: En azur, una torre de plata. Bordura
de gules, con el nombre "Castro Abad", en letras de oro.
16.- Otros de Aragón, según el Cronista Ave
de Gracia Dei, usaron: En campo de azur, una torre de plata, y puesto sobre
la torre un mote que dice "Castro-Abad", en letras de oro.
17.- Otros: En campo de azur, un elefante de oro. Bordura
de gules
18.- Los Abad de Santander, según una certificación
del Rey de Armas Ramón Zazo y Ortega a favor de Juan Angel Gómez
Abad, natural y originario de Santoña (Cantabria), en 1775, usan: En
azur, un castillo de oro. Bordura de gules, con ocho aspas del mismo metal.
19.- Los originarios de Cueto (Cantabria), según Vicente
de Cadenas: En campo de oro, tres roeles de azur, bien ordenados. Bordura de
gules, con ocho panelas, de oro.
20.- Los Abad, radicados en Madrid, según Vicente de
Cadenas, traen: En campo de gules, un Abad, de oro, con báculo y mitra,
mirando ésta hacia dentro.
21.- En el expediente de nobleza del Caballero de la Orden
de Alcántara de José Abad y Amoro, natural de Almolda (Zaragoza),
en 1793, constan las siguientes armas para los Abad: En campo de azur, un león
rampante de oro, y en jefe tres menguantes de plata, puestos uno y dos.
22.- Los Abades, según Vicente de Cadenas, usan: En
plata, una mata de hinojos, de sinople, sobre ondas de agua de azur y plata.
Bordura de plata, con esta leyenda en letras de sable: "Tárdase
el Cid".
23.- Los originarios del lugar de Viaña, en el valle
de Cabuérniga (Cantabria), según Argote de Molina, traen: En campo
de sinople, tres veneras de oro. Bordura componada de ocho piezas, cuatro de
oro y cuatro de gules.
24.- Los Abad, de Jaca, traen: En campo de azur, tres abarcas
de oro con las abarqueras anudadas y dispuestas en triángulo mayor.
25.- Los Abad, de Loporzano y Biescas de Tena, usan: Escudo
cuartelado: 1º, en campo de azur, una estrella de ocho puntas surmontada
de un menguante con las puntas hacia abajo; 2º, en campo de azur, tres
estrellas, puestas en triángulo; 3º, en campo de oro, una cruz flordelisada
de gules, y 4º, en campo de sinople, un girasol de oro, con un pájaro.
26.- Los apellidados Abad de Castro, de Castro (Ribagorza)
y Graus (Huesca), traen: En campo de gules, un castillo de oro. Bordura de oro,
y con letras de sable el siguiente lema: "Castro Abad".
27.- Los apellidados Abad de Alagón, de Loporzano y
Alagón, traen: En campo de azur, una estrella de plata, de ocho puntas,
dispuesta en el centro.
28.- Los apellidados Abad de Ayerbe, de Loporzano y Ayerbe,
usan: Escudo cuartelado: 1º, en campo de azur, una estrella de ocho puntas
de plata; 2º, en campo de azur, tres estrellas dispuestas en triángulo;
3º, en campo de oro, una cruz flordelisada de gules, y 4º, en campo
de sinople, un girasol de oro, con un pájaro.
29.- Los apellidados Abad de Bernabé, de Báguena
(Teruel), Villanueva de Jiloca (Zaragoza), Romanos (Zaragoza) y Morata de Jiloca
(Zaragoza), traen: Escudo partido en palo: 1º, en campo de azur, una estrella
de plata, y 2º, en campo de azur, una flor de lis de oro en punta, sumada
de un castillo de plata, ardiente de gules, con destrocero armado de lo mismo;
moviente de la ventana diestra, un brazo armado de espada de plata, asiendo
con la mano un cordón de oro, del que penden dos llaves de plata.
Complemento de información de estos linajes por cortesía de blasonari.net