Perelló
Perellós
Es tradición, conservada desde tiempos muy antiguos y robustecida con
los datos que aportan historiadores de reconocida autoridad, que los de este
linaje traen su origen de un conde de Tolosa que prestó grandes servicios
al emperador Carlomagno y que se apellidaron Perellós (y también
Perelló), porque un don Ramón Bertrán, descendiente del
aludido conde, «acertó un día a encontrarse con un enemigo
suyo en una puente de río muy larga y angosta, y sin llevar cuenta del
peligro de su angostura, se combatió con él hasta derribarle en
el río, de donde sacó juntamente victoria y el apellido Perillós
(en catalán «peligroso»), por haber sido tan peligroso el
lugar de la pelea».
Así lo cuenta Gaspar Escolano. Así lo refiere también
Martín de Viciana. Y Mosén Jaime Febrer, aunque en sus Trovas
no hace mención de ese suceso, confirma que este linaje era originario
de Tolosa (Francia) desde tiempos de Carlomagno, al hablar del caballero Raimundo
Perellós del que dice: «Habiendo sido mal herido de punta de lanza
en las dos jornadas que hizo a Mallorca, en compañía del rey don
Jaime I, convaleció, quedando ágil para la guerra; y en las emboscadas
que en el sitio de Valencia se hicieron fue siempre el primero. Viene su origen
de Tolosa, gozando de muchos privilegios desde el tiempo de Carlomagno, y su
valor fue bien reconocido en Murcia y Orihuela».
Afirma otra versión que el apellido se derivó de un pueblo llamado
Perillach, que el don Ramón Beltrán, mencionado antes, tuvo en
heredamiento.
Pero algunos autores tienen por más cierto que los de este linaje descienden
de la casa de Perellós, que era una de las primeras del Condado y veguería
del Rosellón, y que convirtieron su nombre en apellido por estar en posesión,
desde que fue recuperada Cataluña, del vizcondado de Perellós,
constituido por un lugar y castillo, así llamado, en la vertiente de
los Pirineos.
Ramón Beltrán de Perellós, aparece así apellidado
por ser el caballero que combatió, venciéndole, con otro caballero
enemigo suyo, al encontrarse con él en un puente de río, largo,
estrecho y sin pretil, olvidándose del peligro que la pelea ofrecía
en aquel lugar, hazaña que dio motivo a que se le designase con el sobrenombre
de Perillós o Perellós, que en lengua catalana significa «Peligroso».
En anteriores líneas hemos reproducido los términos en que Gaspar
Escolano refiere aquella pelea, y a continuación copiamos lo que Martín
de Viciana ya había escrito sobre el mismo suceso: «Acaeció
que don Ramón de Bertrán, cavallero de la casa he linge de Bertrán,
principal en aquel partido (Perillarch), caminaba para pasar por una puente,
alto y algo peligrosa, así por su altitud como por ser muy angosta y
ventosa. E a la hora por el contrario camino venía otro cavallero con
quien el don Ramón de Bertrán tenía antiguas enemistades,
quiso ventura de encontrarse en la puente donde tiraron de sus espadas. E como
el don Ramón era varon de mucha fuerza, derribó a su contrario
en el suelo y de ellí en el río, y a un de la pelea que se travó
entre los criados de los cavalleros, el don Remón de Bertrán llevó
lo mejor de la jornada. De donde se recrecieron bandos muy reñidos en
aquella tierra. E los pueblos de Perillac empezaron a nombrarle don Remón
Bertrán de Perillós, por la puente del peligro que antes diximos».
Gaspar de Escolano es uno de los autores que ponen en duda que ese fuera el
origen del apellido Perellós, y tiene por más cierto que derivó
de la antigua casa de esta familia en el condado y veguería de de Rosellón,
que obtuvo, desde la recuperación de Cataluña, la baronía
de Perellós, constituida por un lugar y castillo de este nombre en la
vertiente de los Pirineos. Pero Martín de Viciana acepta sin reservas,
según lo descubre su párrafo trascrito, que de la pelea en el
puente surgió la formación del apellido.
Lo comprobado es que el vencedor en aquel singular duelo es el primero que
aparece apellidado Perillós o Perellós y que así continuaron
apellidándose sus descendientes. Había entonces guerras en España,
y el repetido don Ramón decidió pasar a la península para
probar fortuna, trayendo consigo a su hermano menor, don Francisco, «mozo
de poca hedad de juizio y muy animado y suelto de su persona». Tras varias
jornadas llegaron los dos hermanos al Principado de Cataluña por los
años de 1312, donde el rey de Aragón les acogió cariñosamente,
«por que el don Remón era cavallero hermoso de rostro y de conversación
apazible, y junto con esto era varón esforzado y valeroso». Sería
muy largo referir los muchos y buenos servicios que prestaron ambos Perellós
a los reyes aragoneses Jaime II, Alfonso IV y Pedro IV, en las guerras de aquel
tiempo, y la influencia y prestigio de que gozaron en Aragón y Cataluña.
Ya abatido don Ramón Perellós por la edad y los muchos trabajos
sufridos en las campañas, ofrecióle don Pedro IV el descanso que
merecía, apartándole de las luchas guerreras y nombrándolo
su consejero. Y así acabó sus días en servicio del monarca.
Continuó ilustrando y ennobleciendo el linaje su citado hermano menor.
Francisco Perellós, de quien procede la rama de los varones de Dos Aguas.
Fue capitán experto y valeroso, gran político y hábil diplomático.
Sirvió a don Pedro IV «el Ceremonioso» en Mallorca, Valencia,
Castilla e Inglaterra. Consiguió en Cerdeña sofocar fácilmente
las dos sublevaciones provocadas por el juez de Arborea. Como embajador del
rey aragonés, ajustó las condiciones de amistad, alianza y liga
de ese monarca con el duque de Anjou, llevándolas a feliz término.
Al regresar a Valencia para dar cuenta de su cometido a don Pedro IV, se encontró
con éste en las cercanías de Almenara, y tan complacido quedó
el monarca del éxito de la embajada, que en aquel mismo lugar hizo merced
a don Francisco Perellós de las villas de Roda y Epila, con el título
de vizconde de Roda, merced que años después, en 1366, confirmaron
las Cortes de Zaragoza. En 1354 había sido nombrado mayordomo mayor de
la casa real de Aragón, pasando a Francia con la investidura de embajador
para tratar del matrimonio de don Luis, duque de Anjou, hijo segundo del rey
don Juan, de aquella nación, con doña Juana, hija segunda del
monarca aragonés don Pedro IV. Al morir el rey don Juan I de Francia
le sucedió Carlos VI «el Sabio», quien concertó con
el de Aragón un tratado de paz y alianza, en virtud del cual fueron armadas
en Barcelona diez galeras con dinero de Francia, las que partieron, capitaneadas
por don Francisco Perellós, para hostilizar a los ingleses e impedir
que atacasen las costas de Bretaña. Al llegar a Sanlúcar de Barrameda
apresaron dos navíos genoveses, cuya carga fue vendida en beneficio del
rey aragonés, no obstante la decidida oposición del monarca castellano
que en Sanlúcar se encontraba, siendo causa ese incidente del famoso
desafío de don Pedro I de Castilla, hecho por don Gil Vázquez
de Segovia, a don Pedro IV de Aragón. Una vez terminada la expedición
contra Inglaterra, regresó don Francisco Perellós a Barcelona,
desde donde marchó a la corte de Francia para informar del éxito
de la empresa a Carlos «el Sabio», quien altamente satisfecho de
sus servicios, se los premió autorizándole para llevar en sus
blasones las tres llores de lis de oro en campo de azur de las armas reales
francesas, y nombrándole capitán general y almirante de Francia.
Muerto el monarca francés, volvió a Cataluña. Ya reinaba
en Aragón don Juan I, siendo acogido en su corte con las más altas
distinciones a las que ampliamente se había hecho muchas empresas y graves
asuntos con igual acierto y eficacia. También en varias ocasiones, y
de su propio peculio, acudió a remediar el muy mermado de su monarca
aragonés, consiguiendo, cuando se agotaron sus recursos, que el Papa
y el rey de Francia, le ayudasen con 1.000 florines cada uno. Al regresar de
Inglaterra en 1374, tras de concertar una alianza con el duque de Lancaster,
fue apresado por una galera del rey Mahomad de Granada, siendo rescatado por
el rey de Aragón mediante la entrega de una fuerte suma. Falleció
en 1399, dejando estos hijos:
1º Brunisen Perellós, esposa de Aymarich de Centelles.
2º Ramón Perellós, tercero del nombre, que sigue.
3º Francisco Perellós, segundo del nombre, que continuará,
y
4º Ponce Perellós, que se crió en la casa de la reina de
Aragón, doña Yolante o Violante, segunda mujer de don Juan I.
Casó con doña Mana de Francia, dama de la cámara de dicha
reina.
Ramón Perellós, entró de paje, siendo niño, en
la casa del rey francés Carlos «el Sabio», del que su padre,
en aquellos años, era almirante y camarero mayor; pero al morir dicho
monarca volvió a la casa de su Estado en Cataluña.
Había casado con doña Elvira, hija segunda del vizconde de Rocaberti,
y de este enlace fue único hijo Ramón Perellós, que pasó
sus primeros años en la casa de don Alonso V «el Magnánimo»,
rey de Aragón y de Nápoles. Fue gobernador del Rosellón
y de Cerdeña; mandó la flota que socorrió en Nápoles
a la reina doña Juana, obligando al duque de Anjou a levantar el cerco
que había puesto a varias ciudades, y recibiendo, como vencedor, las
llaves de Castelnovo y de Nápoles, la investidura de duque de Calabria
y la de sucesor en el reino, que aceptó en nombre del monarca aragonés.
Permaneció en Italia defendiendo los derechos de don Alfonso V hasta
que se concertó el tratado de paz definitivo. Obtuvo en premio de tan
importante servicio las baronías de Sesa y Travadel en el reino de Valencia.
Murió, sin hijos, en Córcega y le sucedió en su casa y
estados su tío carnal.
Francisco Perellós, segundo del nombre, que casó con doña
Constanza de Próxita, dama muy estimada de la reina doña Violante,
y tuvieron estos hijos:
1º Juana Perellós, condesa de Tobarra, en Francia, y señora
del castillo de Tous, en Cataluña, que fue una de las damas que asistieron
a la reina de Aragón en la triunfante fiesta de su coronación
en la catedral de Zaragoza el día de San Jorge, 23 de abril de 1399.
En esa fiesta figuraron en el séquito de la persona real muchas ilustres
señoras, pero solamente entraron en la capilla con la reina, la que era
de Nápoles, la infanta doña Isabel, doña Juana Perellós
y otras dos damas, y
2º Francisco Perellós. Se crió en la casa de la reina de
Aragón y ésta le casó con doña Juana Rabasa, perteneciente
a la opulenta familia de ese apellido, una de las más antiguas, nobles
y ricas del reino de Valencia. Con motivo de su matrimonio pasó a vivir
a Valencia, por los años de 1400. Los citados esposos fueron padres de
1º Giner Rabasa de Perellós, primero del nombre.
2º Francisco Rabasa de Perellós, que murió soltero, y
3º Catalina Rabasa de Perellós, mujer de Jofré o Godofredo
de Blanes, de la casa de los condes de Villanueva.
Otras ramas:
EN CATALUÑA
Ramas de este linaje, que también se consideran descendientes de la
antiquísima casa de los condes de Tolosa y de la baronía de Perellós,
extendieron el apellido por Cataluña y Mallorca, apellidándose
varias de ellas Perelló, en singular.
Una de esas ramas radicó y tuvo casa muy principal en la ciudad de Cervera
(Lérida). Sus caballeros fueron señores jurisdiccionales y barones
de la Cardosa. A dicha casa pertenecía en fines del siglo XV.
I. Jaime Juan de Perelló, barón de la Cardosa, señor jurisdiccional
de ese lugar y su castillo y de la casa de su linaje en la ciudad de Cervera.
Casó dos veces: la primera, con doña Magdalena Tella, y la segunda,
con doña Dorotea Armengol, matrimonio, este último, verificado
en la parroquia de Santa María, de Cervera, el 7 de noviembre de 1668.
Del primero matrimonio nació
1º Jaime de Perelló Tella, que sigue.
Del segundo matrimonio fue hijo
2º José de Perelló y Armengol, del que volveremos a hablar.
II. Jaime de Perelló Tella fue barón y señor jurisdiccional
de la Cardosa, señor de la casa solariega de su familia en Cervera y
heredades en su término. Casó en la parroquia de Santa María,
de Cervera, con doña María de Montaner, el 9 de diciembre de 1668
(hija de Juan de Montaner, notario de Cervera y burgués honrado de Perpiñán,
y de su esposa doña María), naciendo de esa unión:
1º Bruno de Perelló y de Montaner, que sigue, y
2º Paula de Perelló y de Montaner, bautizada en la parroquia de
Santa María, de Cervera, el 3 de agosto de 1672. Casó en la misma
parroquia con Tomás Romeu, doctor en leyes de la universidad de
Barcelona, del ilustre linaje que hizo célebre don García Romeu
en la batalla de las Navas de Tolosa, matrimonio verificado el 28 de julio de
1688. Fueron padres de
a) Ana María Romeu y Perelló, bautizada en Santa María,
de Cervera, el 20 de noviembre de 1713. Casó en el mismo templo con Francisco
de Cerveró y de Nuix, del que tuvo la sucesión.
III. Bruno de Perelló y de Montaner fue barón de la Cardosa y
señor jurisdiccional de ese castillo y lugar, con casa solariega en Cervera
y heredades en su término, regidor de Cervera y capitán de sus
milicias en la guerra de Sucesión, en defensa de los derechos del rey
don Felipe V. Casó con una hija de Antonio de Berat y Cortinada. Solicitó
de S. M. el rey privilegio de ser confirmado como caballero del Principado de
Cataluña, lo que le fue concedido a su hijo por haber muerto don
Bruno cuando el privilegio le fue otorgado y firmado por Fernando VI, en el
Buen Retiro, de Madrid, el 12 de diciembre de 1748. Su hijo se llamó
IV. Francisco Antonio de Perelló Cortinada, y fue señor y barón
de la Cardosa y regidor perpetuo de Cervera.
* * *
I. José de Perelló y Armengol (hijo del segundo matrimonio de
Jaime Juan de Perelló con doña Dorotea Armengol, fue doctor en
leyes y contrajo matrimonio en la parroquia de Santa María, de Cervera,
el 24 de febrero de 1686, con doña Magdalena Nuix Cabestany (hija de
Francisco de Nuix, doctor en Leyes y de la casa de los barones de Perpiñán,
y de doña Cecilia Cabestany), naciendo de ese enlace
II. Antonio de Perelló y de Nuix, doctor en leyes, que casó con
doña Francisca Gañet, en la parroquia de Santa María, de
Cervera, el 26 de febrero de 1729 (hija de Antonio Gañet, doctor en Leyes,
y de doña Rosa Villaseca). Fue su hija
III. Teresa de Perelló y Gañet, bautizada en la parroquia de
Santa María, de Cervera, el 7 de febrero de 1733, señora del mayorazgo
de su familia en Cervera. Casó en la misma parroquia con Francisco de
Cerveró y Romeu.
* * *
En la Villa de Tárrega, del partido judicial de Cervera, moraron líneas
apellidadas Perelló, Perellós y Rabasa de Perellós.
EN MALLORCA
Otra familia Perelló radicó en Mallorca. Tuvo su antiguo solar
en el predio Son Perelló, de Inca. Era familia de ciudadanos militares
y a ella pertenecieron los siguientes:
Martín Perelló, jurado de la ciudad y reino de Mallorca en 1664,
1672, 1677 y 1679, que obtuvo por sus servicios privilegio perpetuo de ciudadano.
El padre Antonio Perelló, fraile franciscano, varón de grandes
virtudes y muy versado en letras. Fue predicador del rey de España. Desempeñó
cargos honoríficos en su Orden. Murió el 1 de febrero de 1848.
Miguel Ignacio Perelló y Socies, doctor en ambos Derechos, comendador
de la Orden de Carlos III, gentilhombre de Cámara de Su Majestad con
ejercicio y administrador general del real patrimonio balear.
Armas
1.- En campo de oro, tres peras, de sinople, puestas en triángulo.
Estas son las que la generalidad de los autores y heraldistas consideran como
propias y primitivas del linaje.
2.- Pero esas armas fueron modificadas con otras distintas,
por algunas ramas. Mosén Jaime Febrer afirma que el caballero Raimundo
Perellós, originario de Tolosa (Francia), que ayudó al rey aragonés
don Jaime I «el Conquistador» en sus campañas de Valencia
y Mallorca, traía dicho escudo con la siguiente variación en sus
esmaltes: En campo de gules, las tres peras de oro puestas en triángulo.
Esta variación, según el testimonio de diversos tratadistas, la
mantuvieron en sus blasones los Perellós valencianos.
3.- Otras líneas de este linaje modificaron el escudo
primitivo pintando su campo de azur y las tres peras de oro.
Así aparece en la sepultura de los Perellós, siglo XV, en la iglesia
de San Francisco, de Perpiñán.
En Cervera y Tárrega ostentaron estos blasones y los descritos en primer
lugar.
4.- Los Perelló de Mallorca, traen: En campo de plata,
un brazo moviente del flanco siniestro y vestido de gules, con un ramo con cuatro
peras, de sinople.
5.- Otros Perelló, usan: En campo de oro, tres peras,
talladas, hojadas y ranversadas, de sinople, bien ordenadas.
6.- Otros Perelló, según Cadenas, traen: En
campo de plata, una faja, de sable; bordura de sable.
7.- Otros Perellós, de Valencia, usan: En campo de
oro, tres peras, de sable, bien ordenadas.
8.- Otros Perellós, de Valencia, usan: En campo de
gules, tres peras, de plata, bien ordenadas.
9.- Otros: En campo de oro, tres peras de sinople, puestas
en roque.
10.- Otras líneas, según J. R. Vila: De plata,
sembrado (lleno) de peras, de sinople.
11.- También usó, en Tárrega, una familia
Perellós: De gules, con un puente de plata, alto, curvado y de tres ojos,
puesto sobre ondas de agua de azur y plata. En el jefe, tres peras de oro puestas
en situación de faja.
12.- Asignan algunos heraldistas a una antigua rama de Perellós
en Francia y Cataluña, estas armas: Escudo partido: 1º, de sinople,
con un puente, de plata, curvado y de un solo arco, y 2º, de azur, con
tres flores de lis, de oro. Y añaden que éstas fueron las primitivas.
13.- Otros Perellós, traen: En campo de oro, tres rectángulos,
de gules, puestos en triángulo, cargado cada uno de tres peras, de oro.
14.- La sepultura de los Perellós en la iglesia de
San Daniel, en Gerona, ostenta estas armas: De azur, con una banda, de oro,
acompañada de dos estrellas del mismo metal, una en lo alto y otra en
lo bajo.
15.- Otros Perellós, según Cadenas, traen: En
campo de oro, tres grajos, de sable, picados y membrados, de gules, bien ordenados.
16.- Otros apellidados Perelló traen: Escudo cuartelado:
1º, de gules, con un peral, de sinople, puesto en una terrasa del mismo
color y frutado de oro; 2º, también de gules, con un pozo, de oro,
surmontado de una estrella, de sable, y siniestrado de una grada moviente del
flanco, de oro; 3º, de oro, con aguas de azur y plata, y 4º, jaquelado
de plata y azur.
17.- En una rajola (baldosa) valenciana del siglo XVI aparecen
las armas de Perellós con los esmaltes consignados anteriormente, y también
en uno de los cuarteles del escudo cuartelado en cruz usado por la familia Rabassa
de Perellós, en Valencia, conforme atestigua Martín de Viciana.
He aquí la descripción que de tal escudo hace el citado historiador
y genealogista, pero acoplándola al orden con que de ser blasonado de
acuerdo con el dibujo estampado en la Tercera parte de la Crónica de
Valencia: Cuartelado: 1º, de sinople, con un puente angosto y elevado,
de piedra, bajo cuyo único arco corre un río con aguas de azur
y plata, cuartel que recuerda la hazaña del caballero Ramón de
Perellós; 2º, de oro, con las tres peras de sinople puestas en triángulo,
por el apellido Perellós; 3º, de plata, con una rabasa o tronco
de árbol seco, con las raíces al descubierto y bordura de azur,
cargada de dos alas de oro en sus ángulos superiores y de otras dos alas
de plata en sus ángulos inferiores, e intercalada entre ellas, en letras
de oro, la palabra "Perella", por Rabasa, denotando las alas y el
mote la hermosura y gracia de doña Juana Rabasa, mujer de dicho don Francisco
de Perellós, y 4º, cuartelado a su vez; la primera y cuarta partición,
de gules, con un castillo de plata, y la segunda y tercera partición,
de sinople, con un buey de gules con la cabeza levantada y mirando al franco
siniestro, por el matrimonio de don Giner Rabassa de Perellós y Montagut
con doña Isabel Vives de Boil. Sobre el todo, escusón de azur,
con tres flores de lis de oro puestas en triángulo, armas reales de Francia
que llevó a sus blasones don Francisco Perellós, por autorización
del rey francés Carlos "el Sabio".
Complemento de información de estos linajes por cortesía de blasonari.net
Bibliografía:
Enciclopedia Heráldica y Genealógica Hispano-Americana de Alberto
y Arturo García Carraffa. El Solar Catalán, Valenciano y Balear
de Alberto y Arturo García Carraffa. Heràldica Catalana de Francesc
d'A. Ferrer i Vives. Tercera parte de la Crónica de Valencia de Martín
de Viciana. Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica de Vicente
de Cadenas y Vicent. Sigil·lografia Catalana de Ferran de Sagarra. Registres
Nobiliaris A.C.A. Diccionario Heráldico y Nobiliario de los Reinos de
España de Fernando González-Doria. Índice que Ejecutorias
de Nobleza y Certificaciones de Hidalguía y Armas de la Biblioteca del
Palacio de Peralada de Francesc d'A. Ferrer y Vives.